Las redes comunitarias de Internet representan un modelo alternativo e innovador para proporcionar conectividad a las comunidades locales. Al funcionar como bienes comunes, estas redes poseen el potencial de transformar la forma en que las personas acceden y utilizan Internet. Además, ofrecen una serie de beneficios tanto para los individuos como para las comunidades en general, incluyendo un mayor acceso a la información y el empoderamiento de las comunidades locales.
¿Qué es la gobernanza del bien común y cómo se aplica a las redes comunitarias de Internet?
La gobernanza del bien común, como describió Elinor Ostrom, es un marco conceptual que destaca la importancia de la gestión colectiva de los recursos compartidos por las comunidades locales. Esta teoría argumenta que las comunidades pueden gestionar eficazmente sus bienes comunes mediante instituciones autónomas y prácticas de gobernanza adaptativas.
En el contexto de las redes comunitarias de Internet, la gobernanza del bien común implica la participación activa de los miembros de la comunidad en la toma de decisiones y la gestión de la infraestructura de red. A diferencia del modelo tradicional de telecomunicaciones, donde las decisiones se toman de arriba abajo por parte de empresas o gobiernos, las redes comunitarias funcionan con principios de democracia participativa y responsabilidad compartida.
A través de prácticas de gobernanza del bien común, las redes comunitarias de Internet pueden asegurar una distribución equitativa de los recursos, una gestión sostenible de la infraestructura y una efectiva adaptación a los cambios del contexto local. Esto contribuye a crear redes más resilientes y cohesionadas que mejor sirven las necesidades de las comunidades locales.
¿Qué ejemplos de bienes comunes existen en recursos que incluyen tierras, agua, aire o conectividad a Internet?
Los ejemplos de bienes comunes en recursos que incluyen tierras, agua, aire o conectividad a Internet son variados y abarcan diversas áreas de la vida cotidiana. Aquí tenemos algunos:
- Agua: Las fuentes de agua potable son un ejemplo clásico de bien común. En muchas comunidades, los ríos, los lagos y los acuíferos son compartidos por varios usuarios y se gestionan colectivamente para garantizar su sostenibilidad y accesibilidad para todos.
- Tierras de cultivo, pastos y bosques: En muchas regiones, las tierras son consideradas comunes, ya que son utilizadas y compartidas para la producción de alimentos, el pasto del ganado o el aprovechamiento de los bosques por diversas comunidades y familias. La gestión sostenible de estas tierras es crucial para el continuo bienestar de las comunidades.
- Aire: Aunque a menudo es olvidado, el aire que respiramos es un bien común esencial. La calidad del aire afecta a todos y es responsabilidad colectiva de las sociedades asegurar su limpieza y preservación para las generaciones futuras.
- Conectividad a Internet: En la era digital, el acceso a Internet se ha convertido en un bien común esencial. Las redes de Internet son compartidas por personas en todo el mundo son esenciales para la comunicación, la educación y el acceso a la información. Garantizar una conectividad equitativa y accesible es fundamental para la plena participación en la sociedad actual.
Y, sobre, ¿los bienes comunes digitales?
Los bienes comunes digitales son aquellos recursos digitales que se comparten y gestionan colectivamente por una comunidad online y juegan un papel fundamental en la creación de un ecosistema digital más inclusivo y participativo. Los siguientes ejemplos de plataformas y recursos proporcionan acceso universal a la información y facilitan la colaboración y la innovación online. Su preservación y protección son esenciales para garantizar su disponibilidad y beneficio para todos. Estos bienes pueden incluir una amplia gama de contenidos y servicios accesibles a través de Internet. Aquí tienes algunos ejemplos de bienes comunes digitales:
- Software de código abierto: El software de código abierto es un ejemplo de bienes comunes digitales. Estos programas son desarrollados y mantenidos por una comunidad de programadores y se ofrecen gratuitamente para el uso de todos. El código abierto fomenta la colaboración y la transparencia, permitiendo que los desarrolladores contribuyan y mejoren constantemente el software.
- Recursos educativos abiertos: Los recursos educativos abiertos son materiales de aprendizaje, como libros de texto, vídeos y cursos online, que se publican bajo licencias abiertas para que se puedan utilizar, adaptar y compartir libremente. Esta colección de recursos educativos contribuye a democratizar la educación, permitiendo el acceso equitativo a la información y al conocimiento.
- Wikipedia: Wikipedia es un ejemplo destacado de bien común digital. Esta enciclopedia online es creada y mantenida por una comunidad de editores voluntarios de todo el mundo. Los contenidos de Wikipedia están disponibles gratuitamente para todos y abarcan una amplia gama de temas, desde ciencia e historia hasta cultura popular y tecnología.
- Plataformas de código compartido: Plataformas como GitHub permiten a los desarrolladores compartir y colaborar en proyectos de software de código abierto. Estas plataformas facilitan la colaboración entre los miembros de la comunidad y permiten el desarrollo colectivo de nuevos programas y herramientas.
- Datos abiertos: Los datos abiertos son conjuntos de datos que se publican bajo licencias abiertas para que se puedan utilizar, reutilizar y redistribuir libremente. Estos datos pueden provenir de fuentes gubernamentales, instituciones académicas u organizaciones no lucrativas y pueden utilizarse para fines diversos, como la investigación, la toma de decisiones y la innovación.
Por cierto, ¿quién era Elinor Ostrom?
Elinor Ostrom fue una economista estadounidense que destacó por su trabajo en el ámbito de los bienes comunes y la gobernanza. Recibió el Premio Nobel de Economía en 2009 por su contribución al conocimiento sobre la gestión de los bienes comunes.
Ostrom dedicó su carrera a estudiar cómo las comunidades gestionan sus recursos compartidos, como las aguas subterráneas, los bosques y los pastos. Su investigación desafió la idea convencional de que los recursos comunes necesitan ser regulados por gobiernos centrales o por el mercado. En cambio, demostró que las comunidades locales a menudo pueden gestionar sus bienes comunes de forma eficiente y sostenible mediante acuerdos y normas locales.
El trabajo de Ostrom puso de manifiesto la importancia de la participación comunitaria, la confianza y la cooperación en la gestión de los recursos compartidos. Sus ideas han tenido un impacto duradero en los campos de la economía, la sociología y la política ambiental, influyendo en las políticas de gestión de recursos naturales en todo el mundo.