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La tecnología como herramienta de soberanía

    En una época en la que casi todo pasa por una pantalla, nos olvidamos de que detrás de la Internet que vemos hay infraestructuras concretas y decisiones humanas. Quien controla estas infraestructuras controla, en gran parte, cómo nos comunicamos, trabajamos y accedemos al conocimiento.

    ¿Qué es la soberanía tecnológica?

    La soberanía tecnológica es la capacidad que tiene una comunidad para decidir, gestionar y adaptar sus propias tecnologías según sus necesidades.

    Es poder elegir cómo nos conectamos, con qué valores lo hacemos y bajo qué reglas y condiciones.

    Cuando las decisiones sobre las redes, los programas o los datos están en manos de grandes corporaciones, perdemos autonomía. Y, cuando una comunidad construye su propia red, recupera el control sobre la infraestructura y el conocimiento en el que esta se basa.

    Pero, ¿por qué debería importarnos esto?

    Porque Internet es hoy una necesidad básica, no solo para navegar y enviar mensajes, sino porque es el acceso a la educación, a la información, a la participación ciudadana y a los servicios públicos. Cuando la conexión depende de pocos actores, corremos el riesgo de quedar excluidos o de perder derechos.

    Porque es soberanía digital tener el poder de decidir cómo queremos que sea nuestra Internet.

    La soberanía tecnológica no son solo aparatos, cables y antenas, es una manera de decir que queremos decidir colectivamente nuestro futuro digital, una forma de poner la tecnología al servicio de la comunidad, y no al revés.

    Internet puede ser una herramienta de control o una herramienta de liberación.